Espero que esta entrada sobre qué ver en Praga en dos días te sea de gran ayuda para conocer la capital de República Checa.
Praga es una ciudad con historia, leyendas, gastronomía y buena cerveza.Piensa que República Checa es el país de la Unión Europea donde más litros de cerveza se bebe al año, por lo que digo yo que tendrán producto de calidad. Y te lo certifico, lo tienen xD
Con este artículo sobre qué ver en Praga en dos días, te harás una clara idea de que podrás visitar y hacer en esta ciudad europea para optimizar tu escapada.
Cómo llegar a Praga
Visité Praga en el año 2012 justo cuando me encontraba de Erasmus en Varsovia. Para llegar a Praga desde la capital de Polonia, cogí un vuelo desde el Aeropuerto Chopin con la compañía aérea Czech Airlines.
El trayecto se realizaba en un avión de esos que parecen de juguete o sacado de tiempo pasados: de tamaño muy reducido (no creo que hubiera más de 30 personas a bordo), con hélices y prácticamente sin compartimentos para guardar las maletas de mano.
No veas el gustito y tranquilidad cada vez que atravesamos turbulencias, que fueron unas cuantas. Para ello lo mejor sin duda es despreocuparse y centrarse en alguna de estas cosas que escribí una vez para no aburrirse en un avión.
En el primer enlace del cuadro siguiente, podrás buscar la opción más acertada para llegar desde tu origen. En avión de hélices, o en uno que dé menos pellizco en el estómago.
Cómo llegar a Praga desde el Aeropuerto
Una vez en el Aeropuerto Internacional de Praga Václav Have, mi primer objetivo era hacerme con un billete de transporte público para llegar hasta el centro de la ciudad.
Estos billete son validos para autobús, tranvía, metro y funicular. En 2012 el precio de un billete sencillo era de 32 coronas checas (aproximadamente 1,25 euros). Una vez validado dentro del transporte, su duración era de 90 minutos.
También existía un abono diario por 110 coronas, otro de 72 horas por 330 coronas y de 5 días por 500 coronas. Personalmente, si tu alojamiento está cerca del centro urbano y haces una visita de pocos días, yo optaría por ir comprando billetes sencillos según los necesites, ya que Praga se recorre y se disfruta mayormente andando y paseando por sus calles.
Para llegar del aeropuerto de Praga al centro de la ciudad me decanté por el autobús nº 119 (también sirve el nº254) hasta la última parada: Dejvicka. Una vez allí, accedí al metro donde tomé la línea A, la cual te permite llegar en pocas paradas al centro de Praga (estación Mustek).
Qué ver en Praga en dos días
Ve a ver Teatro Negro
No voy a empezar recomendándote que ver en Praga monumentísticamente hablando. Como blog que apuesta por la cultura, empezaré por recomendarte que vayas a ver una obra de teatro negro en Praga.
Cuando comenté que me iba de fin de semana a Praga, todo el mundo me habló de algo llamado Teatro Negro. No se trata de obras de teatro interpretadas únicamente por actores negros, ni tampoco esta relacionado con el humor negro.
Se trata de un estilo teatral cuyo escenario tiene un fondo de color negro y alterna escenas con luz normal a escenas con luz ultravioleta como la de las discotecas que te hace brillar tu ropa blanca. Si pensabas que tu ropa interior brillaba porque eres un gusilú, te equivocaste.
Los actores aparecen ataviados con prendas y elementos de colores chillones (soy hombre, no puedo definir los colores de otra forma) colocados estratégicamente para representar figuras al iluminarse con la luz ultravioleta. Es un espectáculo visual muy recomendable.
Por lo que se ve, este tipo de teatro es típico en la capital checa. Hay una gran variedad de locales donde ofrecen este tipo de espectáculos y te lo recomiendo fervientemente en tu visita a Praga, para una de las tardes – noches que te encuentres en la ciudad.
Si quieres reservar con antelación, para evitar quedarte sin entrada, te recomiendo el espectáculo de este enlace que tiene una buena valoración.
Tour por la Praga Monumental
Ahora si. Dejamos los temas culturales a un lado y llega el momento de conocer la ciudad y sus monumentos.
La Torre de la Pólvora (Prasná Brána)
Se trata de una de las antiguas puertas de la ciudad y vía principal de acceso a la ciudad vieja. ¿De dónde viene su nombre? Pues de que fue utilizada para almacenar pólvora. No se quebraron mucho la cabeza.
El reloj astronómico de Praga
Situado en la Plaza Mayor, fue instalado en la torre del Ayuntamiento en el siglo XV. El relojero que lo creó fue Mikuláš de Kadaň. Señala la hora, la fecha, la salida y puesta del sol y la luna, y los signos del zodiaco. ¡Ni mi smartphone hace tanta cosa!
Hay un ángel colocado encima de la esfera, entre dos ventanillas, que se abren cada hora para que los doce apóstoles puedan hacer reverencia a la Plaza de la Ciudad Vieja. Al final de la procesión aparece el Cristo dando la bendición con la mano derecha y luego las ventanillas se cierran y el reloj da la hora.
Al igual que ocurría en Poznan con los dos cabritillos que se corneaban, la plaza se llenó de turistas para presenciar el espectáculo (yo el primero, que conste).
Iglesia de Nuestra Señora de Týn
También en la Plaza Vieja se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Týn, de la que únicamente se aprecian desde la plaza, las dos altas torres góticas, pues delante se su fachada hay construidas varias casas. Para que luego digan que solo en España se producen «cagadas urbanísticas».
En la plaza también podrás encontrar la Iglesia de San Nicolás.
El Ghetto judío de Praga
En este lugar nació el escritor Franz Kafka, autor, entre otras, de la obra «La Metamorfosis». Una paranoia del bueno de Kafka, cuyo personaje principal si tenía motivos para que le dijeran aquello de «contigo no, bicho».
Por el barrio judío encontrarás:
–Sinagogas, de las cuales la más destacada es la sinagoga española, que debe su nombre a la decoración morisca que la adorna.
-El viejo cementerio judío, creado en 1439 y el cual durante más de 300 años fue el único lugar donde estaba permitido enterrar a los judíos en Praga. Por esta razón, debido a la falta de espacio, los cuerpos se enterraban unos encima de otros (llegando a más de 10 apilados). A día de hoy se pueden ver más de 12.000 lápidas y se estima que puede haber enterradas unas 100.000 personas.
Para visitar las sinagogas, el cementerio judío y el Museo Judío de Praga existe una entrada combinada que costaba 300 coronas (200 para estudiantes; 11 y 7 euros respectivamente). Esta entrada puede adquirirse en el propio cementerio o en cualquiera de las sinagogas.
Puente de Carlos
Uno de los puntos más conocidos de Praga, cargado de misteriosas leyendas. A lo largo del puente hay unas 30 estatuas que actualmente son copias de las originales. Las verdaderas están en el Museo Nacional de Praga y en Vyšehrad, una antigua fortaleza de la ciudad.
Al cruzar el Puente de Carlos se pasa de la Ciudad Vieja a Malá Strana, que significa “Ciudad Pequeña” y que, fundada en 1257, es uno de los distritos más antiguos e históricos de Praga.
El Castillo de Praga
Construido en el siglo IX y situado en la parte alta de la ciudad. Si no quieres cansarte en demasía, puedes hacer uso del tranvía para llegar hasta allí. Te lo recomiendo.
El Castillo de Praga sirvió de punto de partida para la creación del resto de la ciudad. En su interior hay varios edificios interesantes como son la Catedral de San Vito, el antiguo Palacio Real, la Basílica de San Jorge, otra Torre de la Pólvora, la cual acabó siendo un laboratorio de alquimistas y el Callejón del Oro, una calle corta y estrecha que debe su nombre a los orfebres que la habitaron en el siglo XVII.
La Plaza de Wenceslao
Antiguamente se ubicaba aquí el mercado de caballos fundado en 1348. La plaza ha sido testigo de los más importantes acontecimientos de la historia reciente de Praga, como la manifestación de noviembre de 1989 que inició la Revolución del Terciopelo (una revolución muy suave, por la cual el Partido Comunista de Checoslovaquia perdió el poder).
Es una plaza alargada y enorme llena de tiendas, hoteles, restaurantes y puestos de comida rápida.
El edificio más famoso de la plaza es el Museo Nacional de Praga. También hay numerosas galerías, siendo la más famosa el “Pasaje de Lucerna”, donde cuelga del techo una estatua de San Wenceslao sobre un caballo boca-abajo.
Y tras visitar una de las enormes librerías de esta plaza y comprarme varios libros sobre leyendas y la Historia de la ciudad, acabé el día cenando en un restaurante donde fabricaban su propia cerveza artesanalmente y con distintos sabores: Pivovarsky Dum, situado en la calle Lípová Dum.
Iglesia de los Santos Cirilio y Metodio
Alberga una especie de cripta subterránea con unas catacumbas. Es famosa porque durante la Segunda Guerra Mundial se refugiaron en ella 7 paracaidistas acusados del atentado que acabó con la vida de Heydrich, mano derecha de Hitler.
La cripta fue rodeada y asediada por 800 soldados y, tras siete horas de lucha, seis de los paracaidistas se suicidaron para no caer en manos alemanas y el séptimo, que había sido gravemente herido por la metralla de una granada, murió desangrado.
Vyšehrad o Castillo Alto
Fortificación construida en el siglo X (después que el Castillo de Praga) compuesta de: la fortaleza, con una muralla desde la que se disfrutan unas vistas impresionantes de toda la ciudad, la Iglesia de San Pedro y San Pablo, el parque Vyšehrad y el cementerio.
Monte Petřín
Situado a 138 metros sobre el nivel del río. Se puede subir hasta el paseando por los jardines o en un funicular que sale cada 15 minutos (recomiendo el funicular).
En la cima se encuentra la Torre de Petřín, una copia de la Torre Eiffel de París pero con tan sólo 60 metros de altura. Aun así, por su ubicación, es el mirador más elevado de Praga.
Ambas torres en verdad tienen un diseño diferente, lo que pasa que vista desde lejos da bastante el pego y decir que se parece a uno de los monumentos más conocidos del mundo siempre da caché.
En el Monte Petřín también está el Laberinto de los Espejos. El acceso a este y a la torre tenían un coste en 2012 de 70 coronas cada uno.
Si en lugar de hacer esta ruta por Praga por tu cuenta, prefieres contratar una visita guiada, en el siguiente enlace puedes hacerlo cómodamente y con suficiente antelación para estar tranquilo.
De concierto por Praga
Después de los kilómetros pateados descubriendo la ciudad, no se me ocurrió mejor plan que disfrutar de un concierto de jazz en un lugar emblemático.
El Club de Jazz Ungelt, se encuentra situado detrás de la Iglesia de Nuestra Señora de Týn, en un subterráneo abovedado con una acústica impresionante, donde también se puede disfrutar de una buena cena. Una forma genial de finalizar un viaje genial.
Espero que esta entrada sobre qué ver en Praga en dos días te sirva para planificar tu viaje a la capital de República Checa. Comparte esta entrada en tus redes sociales 😉
INFORMACIÓN PRÁCTICA
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