Cómo llegar a Bangkok es una clara cuestión que te estarás planteado si piensas en viajar a la capital de Tailandia.
Pero como se qué además miles de duditas revolotean por tu cabeza, he recogido en este artículo una serie de información que tal vez te interese conocer. En esta entrada encontrarás:
Como llegar del aeropuerto de Suvarnabhumi a Bangkok
Ojalá existieran las puertas teletransportadoras que te hicieran llegar a un destino en milésimas de segundo (si pudiera elegir un superpoder sería este), pero como no es así, para llegar a tu destino, antes tienes que pasar por: las horas infinitas.
¿Que son las horas infinitas?
Las horas infinitas son el periodo de tiempo que transcurre desde que sales de la puerta de tu casa, hasta que llegas a tu destino. Lo que comúnmente se llama trayecto, en el caso de un viaje de más de 12 horas, se acaba convirtiendo en horas infinitas.
Quizás lleves contigo todos los sudokus del mundo o consigas darle la vuelta varias veces al Candy Crush, pero las horas de vuelo, más las horas de espera en los aeropuertos, si decides hacer escala como nosotros, se te harán eternas.
¡Eso si! Mira el lado bueno. Durante las horas de vuelo vas a desarrollar una capacidad de contorsionismo extremo, adaptando tu cuerpo a las distintas formas del asiento del avión, que luego podrás incluir en tu curriculum y acabar trabajando en el Circo del Sol.
En nuestro caso partimos de Madrid, hicimos escala de dos horas en el aeropuerto de London Heathrow y montamos en el avión rumbo a Bangkok, con retraso en el despegue por la no disponibilidad de pista, ya que este aeropuerto tiene más ajetreo que una tienda con rebajas al 70% (consejos para buscar vuelos a Tailandia aquí).
Una vez en el avión, empezarás a trazar tu estrategia: duermo ahora que estoy un poco cansado del madrugón; me pongo una peliculita en la pantalla y ya me voy quedando dormido; me hago uno de los sudokus; escucho musiquilla mientras me pido un gin tonic, que para eso me los ponen by the face; mierda que los sudokus se han quedado en la mochila facturada; las películas que hay ya me las he visto todas/no me gustan/sé como terminan; Dios mío que almohada mas incomoda; la manta esta no tapa nada; por favor que despegue ya el avión que me estoy agobiando. Y así durante doce horas.
Durante el vuelo y cuando queda poco tiempo para llegar a Bangkok, los miembros de la tripulación repartirán unos papelitos para rellenar antes de entrar en el país.
Se trata de la hoja de inmigración necesaria para acceder al país, ya que como te comentaba en esta entrada con información para viajar a Tailandia, si eres ciudadano español y tu estancia es inferior a 30 días, no necesitas ningún tipo de visa para entrar en el país, siempre y cuando dispongas de billete de vuelta, entres por aire al país y a tu pasaporte le falten más de seis meses para caducar (luego no te lo comas que ya estará malo).
El consejo que te doy es que grapes el papel al pasaporte, lo pilles con clips o de alguna manera especial que solo tu conozcas, de tal manera que siempre vaya con el pasaporte y el pasaporte siempre contigo. Así te evitas incómodos momentos del estilo de: ¿qué he hecho yo con el dichoso papelito?
El aeropuerto de llegada a Bangkok, si tu vuelo es internacional, será el aeropuerto de Suvarnabhumi. En la ciudad existe otro aeropuerto al norte de la misma llamado Don Mueang, desde el que salen los vuelos nacionales y alguno que otro a países de alrededor de Tailandia.
En próximas entradas te explicaré como llegar a este aeropuerto para coger el vuelo en dirección a Surat Thani, ciudad en el centro-este del país, para después coger un autobús en dirección al puerto desde el que sale el ferry hasta llegar a Koh Phangan, la isla de la Full Moon Party.
Pero todo a su momento (para hacerte una idea de toda la estructura del viaje que hicimos durante 12 días en Tailandia, te dejo esta entrada anterior donde todo quedaba resumido en 12 frases).
Una vez pasado el control de inmigración del aeropuerto de Suvarnabhumi se podría decir que oficialmente ya estas en Bangkok. Ya puedes besar el suelo o celebrar tu llegada como prefieras, pero seguramente la primera pregunta que te surja sea:
Cómo llegar a Bangkok desde el aeropuerto de Suvarnabhumi
Existen varias posibilidades, unas más baratas que otras, tardando más tiempo seguramente en las primeras, por lo que teniendo en cuenta que los precios en Tailandia son relativamente más bajos que lo que estamos acostumbrados a pagar en España por un mismo servicio, la opción por la que nos decantamos y la que te recomiendo es la de coger un taxi.
Eso sí, ve activando tus capacidades negociadoras y ensaya lo de «meter on please»: que te pongan en marcha el taxímetro antes de iniciar la carrera.
Al salir del edificio del aeropuerto, lo primero que recibirás será un guantazo de calor. Tras las horas de viaje y esos niveles de calor y humedad te sentirás pesado y fatigado, pero no te preocupes que pronto te adaptarás al clima.
Una vez en el exterior, verás la calle donde están aparcados todos los taxis de colores variopintos (amarillos, verdes, rosas, azules…), pero no te dirijas a ellos, si no a unas máquinas que hay en esa misma acera que te asignarán el número de taxi que te corresponda.
Al viajar 5 personas, solicitamos un taxi de mayor tamaño para ir todos en un único viaje. Tras la asignación del taxi, cargamos las mochilas en el maletero y cuando me disponía a abrir la puerta para sentarme en el sitio del copiloto, el chófer me miró y me dijo:
– ¿Quieres conducir tú?
– ¡Qué cachondos los tailandeses estos! – pensé. Hasta que abrió la puerta y me di cuenta de que el volante estaba en el lado del copiloto para nosotros, porque en Tailandia se conduce por la izquierda.
Tras las risas y una vez montados, el chófer se negó a encender el taxímetro, queriendo cerrarnos una tarifa fija por el trayecto. O sabes negociar bien sabiendo lo que te costaría realmente el trayecto con el taxímetro o insiste hasta la saciedad a que pongan el taxímetro, «amenazándolos» con bajarte del coche.
Visto que este no estaba por la labor, nos bajamos del taxi, descargamos nuestras mochilas y volvimos a las máquinas donde dos asistentes nos obligaron a coger dos taxis distintos, los cuales ésta vez, accedieron a poner el taxímetro sin más discusión, dejándonos claro eso sí, que los peajes los pagábamos también nosotros. Porque desde este aeropuerto hasta Bangkok existen dos peajes de 75 y 50 bahts cada uno.
Adicionalmente, junto a este coste por los peajes, el Gobierno de Tailandia impuso una tasa por salida del aeropuerto de 50 bahts, que también tendrás que acoquinar, más la carrera del taxi que en nuestro caso fueron 350 bahts. En total 525 bahts, unos 13 euros por un trayecto de algo más de media hora, importe que al dividirlo entre varias personas sale bastante económico.
Llegada a Bangkok
Tras el primer contacto con la ciudad desde la autovía, durante nuestro viaje en taxi, donde se podían apreciar grandes rascacielos y el ajetreo de una gran urbe, llegamos hasta nuestro primer hostel, Amarin Inn.
Este se encuentra ubicado en 96 Trok Surau Chakrapong, Prasumen Road, y lo habíamos reservado desde España, aunque ya te puedo decir que no es necesario, pues la oferta y concentración de hospedajes en Bangkok es bastante elevada.
No vas a tener mayor inconveniente en encontrar donde dormir una vez estés allí, con una ligera exploración, sin tener que reservar desde tu país de origen, lo cual incluso puede que te salga más caro.
Para una mejor ubicación de lo que te voy describiendo te dejo un mapa con los distintos puntos de interés de Bangkok (se irá actualizando con las próximas entradas con información sobre Bangkok).
Teniendo en cuenta la variedad de hospedajes y la concentración de los mismos que existe en Bangkok, no te recomendaría el hostel Amarin Inn.
Si bien se puede considerar como aceptable, no es para nada barato en comparación con la competencia existente alrededor (la noche salió por 8 euros por persona) y su ubicación entre callejones perdidos, lo mismo no le da ese toque de tranquilidad y comodidad que otros hostels de la zona tienen.
Más adelante te contaré el nuevo hostel que reservamos ese mismo día tras explorar un poco por la zona buscando alternativas.
4 Consejos de supervivencia en Bangkok
1. Que nadie cambie tus planes. Pese a que nos lo habían contado, lo habíamos leido en blogs y lo llevábamos muy en mente, caímos. Mordimos el anzuelo. Nos cazaron como a mariposas. Picamos como los miles de turistas que lo habrán hecho a lo largo de los años.
Me refiero al trucazo que tienen montado algunos tuk tuk para hacerte perder el tiempo. Me explico.
Caminábamos tan tranquilos por la calle con nuestro mapa cuando una mujer nos paró para ver si queríamos que nos asesorase. La dejamos hablar y que nos recomendara qué visitar, acercándose a los cinco minutos otro señor que se metió en la conversación sin nadie haberle dicho nada.
Varios minutos después y sin darnos cuenta, había un tuk tuk aparcado en la acera y el señor que había llegado el último nos dijo que el conductor estaba dispuesto a enseñarnos los lugares que habían marcado en el mapa por 50 bahts por persona (1 euro aproximadamente).
Tras debatirlo entre el grupo y hacer alusión a los blogs de viajes que ya avisaban de este tipo de trucos, queríamos vivirlo en nuestras carnes (por no decir que caímos en la trampa).
Nos llevaron a un templo. Un templo normalito (ninguno de los cinco que participamos en este viaje recordamos su nombre), donde un señor simpático, que posiblemente estaría compinchado con el del tuk tuk nos soltó una curiosa chapa sobre la historia del templo, que tampoco era nada del otro mundo.
Tras la primera ráfaga de fotografías en la ornamentación dorada que suele acompañar a los templos tailandeses, regresamos al tuk tuk donde se destaparía el pastel momentos después de iniciar la marcha.
Paramos en una tienda de trajes en la que solo teníamos que bajar a mirar. No había que comprar nada. Claro, claro. Pues como cinco tonticos más, entramos en la tienda, nos dieron la chapa del siglo para que comprásemos, insistieron hasta la saciedad (¿donde puñetas meto un traje en la mochila?) y tras decir que nos íbamos y echarnos de la tienda con bastantes malos modos, montamos de nuevo en el tuk tuk, que se paró en la siguiente calle diciendo que se había terminado el viaje.
¡Genial! Una hora de nuestro tiempo al garete. No me fastidió picar como un turistilla más. No me fastidió fiarme de lo que parecía hospitalidad y ganas de echarte una mano al verte más perdido que un pulpo en un garaje con tu mapa en la mano. No me fastidió haber hecho caso omiso de los numerosos artículos de compañeros bloggers donde hacían referencia una y otra vez a este tipo de jugadas. Lo que realmente me fastidió fue la pérdida de tiempo.
Por ello, cuando se te acerque un tuk tuk (que se te acercarán), proponiendo precios de cachondeo (Tailandia es barato, pero no nos volvamos locos), no olvides estas dos expresiones que deberás de repetir varias veces y dejar claro para cerrar el acuerdo: no stop!, no shops!
2. «Meter on, please». La expresión fundamental a la hora de coger un taxi en la ciudad. Negociar el precio de los trayectos es una tontería, porque los taxistas conocen muy bien sus recorridos y no se la van a jugar a perder dinero.
Cada vez que subas a un taxi, acuerda previamente que ponga en marcha el taxímetro, si no se va a subir en él Perry Mason.
3. Regatea, regatea, regatea. Tanto para los tuk tuk como para las compras. La experiencia que te he contado antes no debe echarte para atrás a la hora de coger un tuk tuk.
Solo tienes que tener en cuenta que lo vas a coger cuando tu quieras y que vas a negociar un precio que consideres adecuado.
Al principio acabarás cayendo a los precios que te digan los conductores, pero en cuanto te hagas un poco con las distancias sabrás negociar mejores precios.
Que no se te dé nada negociar, que con esa cara de guiri que tienes, por mucho que negocies, seguro que acabarás pagando más que cualquier autóctono.
Y lo mismo para las compras. No te puedes ni imaginar como inflan los precios. Como ya te contaré en la entrada correspondiente al mercado flotante de Damnoen Saduak, adquirí un instrumento musical por 400 bahts, cuando el precio inicial que me pedían por él era de 1500 bahts.
Eso sí, aunque acabes regateando mejor que Messi, llegará un momento en el que estarás tan cansado de tener que jugar con los precios constantemente que acabarás haciendo del regateo un mero trámite para rebajar algo el precio y adquirir el producto sin mayores calentamientos de cabeza.
4. Protégete del calor. El fuerte calor húmedo de esta ciudad machacará tu cuerpo hasta dejarte sin energía, por lo que lleva siempre contigo agua y alguna que otra fruta. Perdona que me ponga en modo madre pero ya me agradecerás el consejo.
Si te olvidas de llevar contigo estos elementos, acude a los puestos de cocos que encontrarás prácticamente en cada esquina. La mejor forma de hidratarte por 40 bahts.
Donde dormir y comer/cenar en Bangkok
Donde dormir en Bangkok
Como el hostel de la primera noche en Bangkok no terminó de ilusionarnos, cerca de allí en la calle Soi Samsen, perpendicular a Samsen Road, encontrámos el Jade’s House (86-88, Soi Samsen 2, Ban Phan Thom, Phra Nakhon).
Tenía pinta de llevar poco tiempo abierto, ya que todo el mobiliario de las habitaciones e instalaciones comunes estaba prácticamente nuevo.
El precio por noche y persona fue de 250 bahts (6 euros aproximadamente) en habitación de ocho personas y cuenta con un bar donde se puede comer y beber a precios asequibles. Desayunamos un par de veces por 150 bahts el desayuno continental.
Además el personal era muy simpático y atento, dejándonos imprimir incluso las tarjetas de embarque el día que poníamos rumbo de vuelta a España.
Cuando volvimos a Bangkok tras la estancia en las islas y Chiang Mai, nos hospedamos una noche en un hostel contiguo llamado Cow Hostel (no confundir con el Mad Cow Hostel que aparece en la mayoría de buscadores de hoteles).
Además de ser más caro, el espacio de las habitaciones compartidas era minúsculo, por lo que en cuanto la habitación estaba llena con sus correspondientes huéspedes y mochilas, poco espacio quedaba para moverse. Al día siguiente volvimos a hospedarnos en el Jade’s House.
Donde comer/cenar en Bangkok
Muy cerca del Jade’s House, al girar hacia la izquierda al final de la calle Soi Samsen, se encuentra el Wunder Bar, bautizado por nosotros como el bar de Felicity.
Fue nuestro primer contacto con la gastronomía tailandesa, donde la camarera no paraba de reír, por lo que se llevo el nombre de Felicity. El almuerzo de cinco personas salió por 905 bahts (22 euros; menos de 5 euros por persona).
Aquella noche cenamos en la archiconocida calle de los mochileros Khao San Road, que efectivamente y como su nombre indica es un auténtico caos.
La calidad no es la misma que en sitios más tranquilos, aún así los precios no eran excesivamente caros: 140 bahts (3,5 euros) un plato de noodles.
El nombre del lugar quedó en el olvido, pero existe una gran oferta en esta calle moviéndose por precios similares, por si algún día te apetece gastar algo más de tiempo en este lugar de la ciudad.
Pero sin duda alguna, el lugar que te recomendaré fervientemente para comer en Bangkok, se encuentra en la primera calle perpendicular a Soi Samsen, al final de la misma.
El sitio se encuentra identificado en el mapa que te dejé al principio de la entrada, bajo el nombre de «Sitiazo para comer en Bangkok», ya que carece de nombre (aunque en Google Maps si que tiene pero en Tailandes) al tratarse del bajo de una casa familiar.
Cocinan a pie de calle, con los productos expuestos, que a simple vista se ven bastante frescos, con la posibilidad de comer en la calle, con grandes platos y precios muy económicos.
Sin dudas, el descubrimiento de Bangkok, el sitio donde ahogue la pena de haber perdido mi móvil en Ayutthaya y donde nos despedimos de Bangkok entre cánticos y amigos recién conocidos. Pero todo ello te lo contaré más adelante.
Una vez que tienes toda la información necesaria para instalarte en Bangkok y saber como moverte por esta ciudad, en la siguiente entrada encontrarás qué visitar en Bangkok.
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Puedes seguir la serie completa de 12 días en Tailandia y consejos previos para preparar tu viaje, haciendo click aquí.