Este post sobre qué ver en Santa Pola en un día, es uno de los más completos hasta ahora publicados, ya que incluye un mapa para que no pierdas detalle de donde se encuentra cada cosa que te cuento y un vídeo al final del artículo, porque ya se sabe: una imagen vale más que mil palabras 😀
Santa Pola se encuentra a 22 minutos en coche de Alicante, por lo que si te estás por la capital, también puedes Mi primer contacto con esta ciudad alicantina fue hace varios años atrás durante unas vacaciones familiares y acabé regresando en 2015, porque allí se organiza un certamen de monólogos desde hace más de 10 años.

Se organiza cada año por el mes de marzo y lo recomiendo tanto para los cómicos que decidan participar (las bases se suelen publicar al final del mes de enero, así que atentos a la web del Racó Jove), como para los visitantes que decidan viajar a Santa Pola en esta época. Además de visitar la ciudad, podrás disfrutar de una interesante velada humorística en la Casa de la Cultura de Santa Pola.

¿Qué vas a encontrar en este post?
- 1 Qué ver en Santa Pola en un día
- 1.1 El Acuario de Santa Pola
- 1.2 Barco Museo Esteban González
- 1.3 Cofradía de pescadores Peix de Santa Pola
- 1.4 El Castillo o Fortaleza de Santa Pola
- 1.5 El Faro de Santa Pola
- 1.6 Curiosidad de Santa Pola
- 1.7 Torre Vigía Tamarit
- 1.8 Espero que te haya gustado este post sobre qué ver en Santa Pola en un día. Déjame un comentario con tu opinión y no te pierdas el siguiente vídeo.
Qué ver en Santa Pola en un día
Además de este concurso de comedia, Santa Pola tiene mucho más que ofrecer al visitante y para dar crédito a mis palabras, en una de mis últimas visitas por esta ciudad, mi amigo Antonio López, reponsable del Racó Jove, me tenía preparada una extraordinaria visita para conocer más en profundidad su ciudad.
Y para asegurarse el éxito del paseo, Antonio contaba con un arma infalible: una Wikipedia santapolera andante llamada Jose Manuel, trabajador del Departamento de Turismo de Santa Pola y un verdadero enamorado de esta ciudad y del entorno que le rodea.
* Utiliza el mapa para situar los puntos que te cuento a continuación *
El Acuario de Santa Pola
Se encuentra situado en la Plaza de Fernández Ordoñez y se trata del acuario de agua salada más antiguo de la Comunidad Valenciana, siendo su inauguración en el año 1996.

Nada más llegar, Jose Manuel se puso al mando del lugar, invitando a los visitantes a conocer algunas historias curiosas ocurridas allí y sobre las diversas especies que nadaban tranquilamente en las peceras.
Para conocer más información asi como sus horarios y precios de entrada, puedes acceder a la página web del Acuario de Santa Pola.

Barco Museo Esteban González
Desde el acuario, nos aproximamos al paseo marítimo de la playa de Santa Pola, donde en la Plaza Constitución 1 se encuentra en tierra firme el Barco Museo Esteban González.

Se trata de una recreación de la vida en el mar, para conocer tanto el proceso de pesca y las herramientas utilizadas, como la convivencia diaria en espacios tan pequeños.


Merece la pena visitarlo, sobre todo si nunca has estado en un barco de estas características. Además el encargado de la visita tiene cierto parecido con «Chanquete» y eso siempre le da un plus a la visita :). La información sobre sus horarios y precios la encontrarás en la página web del Barco Museo Esteban González.
Consultando un mapa de la época en el camarote del capitán del barco, llamó mi atención el nombre de unas calas de la costa de Santa Pola: calas de Santiago Bernabéu. Por lo visto el expresidente del Real Madrid disfrutaba veraneando en Santa Pola y llevaba el nombre de la localidad por toda España.
Santiago Bernabéu organizó una fiesta en Santa Pola con personalidades de cierta importancia en diferentes sectores. Uno de esos invitados era el Alcalde de Santa Pola, el cual se presentó a la fiesta sin ningún tipo de regalo.
Cuando vio que el resto de asistentes, habían regalado algo, ni corto ni perezoso se dirigió a Santiago Bernabéu y le dijo que su falta de regalo era debida a que el Ayuntamiento de Santa Pola iba a poner su nombre a una serie de calas de la costa de la localidad como agradecimiento por su cariño y promoción a nivel nacional.
El alcalde reaccionó rápido, no se lo vamos a negar, pero dejó sin un trozo de costa donde bañarse a los aficionados del F.C. Barcelona. 🙂
Cofradía de pescadores Peix de Santa Pola
Muy cerca del barco museo se encuentra la Cofradía de pescadores Peix de Santa Pola, donde cada día se vende gran parte del pescado fresco que llega del mar. Además de la zona de venta directa de pescado, hay una parte del local donde se venden productos de pescado envasado típicos de la zona, como los salazones.
El Castillo o Fortaleza de Santa Pola
Continuamos nuestra ruta hacia una de las joyas de Santa Pola, su Castillo o Fortaleza. Sus obras finalizaron en 1557 y su fin principal era proteger las costas del Reino de Valencia de los invasores y piratas que asolaban el litoral.

Con el paso del tiempo los usos militares fueron sustituidos por usos civiles y actualmente el Castillo de Santa Pola es un núcleo clave tanto para la cultura como para la realización de todo tipos de actividades y eventos.

El día que lo visitamos y debido a la proximidad de las fiestas navideñas, en el patio de armas había un mercado navideño y unas carpas donde degustar productos de la zona como las Ostras de la Badia, cultivadas en Santa Pola, tras descubrir años atrás que las condiciones de la costa santapolera eran propicias para la reproducción de estos moluscos.
Vinos, cervezas y otros productos gastronómicos acompañaban la oferta de estas carpas para disfrutar relajadamente del día.
Las cuatro esquinas de la Fortaleza esconden los siguientes lugares de interés:
Baluarte del Duque de Arcos
Un espacio público para la realización de conferencias, bodas civiles, conciertos, entrega de premios, etc. Fue derruido en 1872 para construir con su piedra la calle del Muelle y del puerto. Posteriormente se restauró en dos fases (año 1998 y año 2000) dotándolo con las mejores tecnologías para la realización de los diferentes eventos comentados.
Museo de Historia de Santa Pola
Podrás vivir un repaso por la historia de la ciudad desde sus inicios hasta la actualidad, pasando por las contribuciones de los diferentes pueblos que se asentaron allí a lo largo del tiempo, haciendo especial hincapié en el pueblo íbero.


Museo del Mar y de la Pesca y Museo de la Música
La tecnología ha modificado muchos sectores y el pesquero no ha quedado atrás, por lo que si no existieran lugares como este, quedarían en el olvido técnicas pasadas y tradicionales sin las que sería imposible comprender la pesca tal y como la conocemos a día de hoy.

Es importante apostar por espacios donde se recoja el conocimiento de lo que nos ha hecho llegar hasta donde estamos.
Por su parte el Museo de la Música lamentablemente se quedo sin visitar por falta de tiempo.

Capilla de la Virgen de Loreto
Espacio dedicado a la patrona de Santa Pola, ubicado en el Baluarte del Rey. En la web de Turismo de Santa Pola encontrarás la leyenda sobre la patrona de la ciudad.
El Faro de Santa Pola
La gran sorpresa de la visita estaba aún por llegar. Cogimos el coche para dirigirnos a la zona del Faro de Santa Pola, situada a unos 7 km del casco urbano.

La ciudad ofrece una sierra donde santapoleros y visitantes practican deportes y disfrutan de la naturaleza. Una vía de escape y relax que merece la pena cuidar.

Desde la zona del Faro se aprecian unas vistas impresionantes. Además aquel día tuvimos mucha suerte al disfrutar de una atmósfera completamente despejada, pudiendo apreciar toda la línea de costa, la isla de Tabarca y un agua color turquesa que invitaba a zambullirse a pesar de ser diciembre. Si te gusta la naturaleza este lugar te impactará.

Curiosidad de Santa Pola
Como ya era la hora de comer y el hambre arreciaba, nos dirigimos de nuevo al centro de la ciudad para tomar un tapeo. Mientras caminábamos por la calle, mis dos guías me comentaron un dato curioso sobre los peatones en Santa Pola: la gente tiende a andar por la carretera en lugar de utilizar las aceras.
¿Por qué? Pues porque años atrás, las mujeres se sentaban en la puerta de sus casas a arreglar las redes y las velas de los barcos, ocupando toda la acera. Como el viandante no podía pasar, hacía uso de la carretera. Aquel comportamiento debió calar hondo en el genoma santapolero porque aunque ya no hay mujeres arreglando utensilios marinos en sus puertas, la gente tiende a andar por el asfalto y más curioso aún es cuando al llevar unas horas paseando por la ciudad, acabas tú haciendo lo mismo casi sin darte cuenta.
Tras el almuerzo me despedí de Antonio y de José Manuel al que agradezco el tiempo que me dedicó aquella mañana para que hoy pudiera estar escribiendo estas lineas. No solo es un gran profesional, si no que además es de esas personas a las que se les coge cariño nada más conocerlas. ¡Espero que volvamos a coincidir!
Torre Vigía Tamarit
Regresando en el Friasmóvil al piso de mi primo situado en la localidad cercana de Guardamar del Segura, la carretera que conecta ambas localidades, atraviesa la zona de las salinas, y en el trayecto aquella tarde me vi obligado a parar para tomar una instantánea del atardecer y de la Torre Vigía Tamarit.

A diferencia de otras torres vigía, encargadas de avisar de la presencia de enemigos en la costa, la Torre Tamarit estaba encargada de la comunicación con las torres del campo de Elche.
En las lagunas que la rodean es común encontrar grandes concentraciones de flamencos, pero no de los que tocan las palmas, de los otros que vuelan.
