¡Feliz Navidad! Tras tantos años, justamente hoy me he dado cuenta que la historia de la navidad es en esencia el post que todo blogger de viajes hubiésemos deseado escribir alguna vez.
¡Lo tiene todo! Quizás por eso haya sido uno de los textos más virales jamás publicados.
La historia de la navidad es un post de viajes
El inicio del viaje: de Nazaret a Belén
Todo viaje empieza por un motivo. Vacaciones, escapada, ganas de hacerte un selfie donde ya se lo ha hecho todo el mundo, cuestiones legales… Y fue éste último el motivo que inició el viaje de María y José de Nazaret a Belén.
Tras la anunciación de que María estaba embarazada y calmado José de su odio a las palomas, iniciaron un viaje para legalizar la situación de cara al recuento de población que se estaba realizando en su territorio.
Durante el viaje pudieron surgir otros posts de viajes nunca escritos como: «las 10 mejores formas de viajar estando embarazada», «cómo sacar el máximo rendimiento de tu burro en un viaje largo» o «la guía definitiva del burrotrip de Nazaret a Belén».
La búsqueda de alojamiento
En aquellos años sin internet, no era posible consultar con antelación el alojamiento, ni poder guiarte por los comentarios y las puntuaciones que otros usuarios habían dejado previamente. En aquel entonces se llevaba más el «a lo que haya».
De esta manera, cuando María y José llegaron a Belén, se dirigieron a los diferentes alojamientos allí ubicados, cual mochileros que no han planeado absolutamente nada porque les gusta más el rollo «viajar por libre».
Se ve que por aquella época habría algún tipo de congreso en Belén, porque todos los alojamientos en los que preguntaron estaban llenos, por lo que no les quedó más remedio que quedarse con el típico hostel cutre de última opción o el Airbnb más baratito, porque total, «es solo para una noche», en este caso un pesebre.
Una vez escribí sobre los 8 tipos de fauna que puedes encontrar en un hostel, pero nada que ver con la fauna con la que se encontraron José y María en el portal. A ver quien era la guapa que daba a luz a un niño con un burro y un buey por allí sueltos.
Las experiencias con locales
Probablemente estarás de acuerdo conmigo en que una de las mejores cosas de un viaje, es sin duda las experiencias con las personas locales de ese lugar.
Pues en el caso de Jesús, María y José fue la experiencia con locales soñada por todos. Los locales se volcaron con ellos, llevándoles todo tipo de productos de la zona entre pastores, leñadores, panaderos, lavanderas…
La tecnología viajera
Y entre aquellos que llegaban a regalar sus productos y a preocuparse por el acontecimiento que acababa de suceder, tres reyes de oriente se acercaban guiados por un GPS en forma de estrella.
Lo bueno del GPS de los Tres Reyes Magos, es que no tenía voz, lo cual es de agradecer, pero exigía tener que subir la cabeza y despistarse de la conducción para ver hacia donde dirigirse. ¿Eso no son 4 puntos menos en el carnet de conducción de camello?
La cuestión es que con la estrella guiadora, los Reyes Magos dieron el primer paso hacia la conducción guiada. Que no se pongan medallas los de Google Maps.
Los «imprevistos» de un viaje
Un viaje está cargado de imprevistos, los cuales son sin duda el aderezo de la salsa de cualquier escapada. Sin esos imprevistos tu viaje queda soso y luego nadie querrá ir a tu casa a ver las diapositivas del mismo. ¡Ah! ¿Qué eso ya no se lleva? Es verdad, ahora uno se hace un blog 🙂
Hay veces que suceden cambios legales en el destino en el que te encuentras o algún tipo de revuelta o revolución. En el viaje de Jesús, María y José esto no podía faltar, así que el Rey Herodes para darle salseo al viaje, decidió mandar ejecutar a todos los recién nacidos y menores de dos años de Belén, de lo que se consiguieron salvar.
Otras veces, sucede que aparece algún ser misterioso que te engatusa con su labia y te acaba convenciendo de hacer algo, que a lo mejor a ti te apetecía o no, pero la cuestión es que acabas haciendo la propuesta de ese ser misterioso. Me sucedió en Tailandia pese a todas las recomendaciones, pero es que hay cosas que hay que vivir en primera persona.
Algo similar le ocurrió a los pastores de Belén cuando estaban tranquilamente con sus ovejas pastando y se les apareció un ángel para decirles que levantaran el culo y se fuesen a adorar a un niño que acababa de nacer. Seguramente con mejores palabras y efectos de luz y sonido celestial.
Y finalmente, no puedo obviar ese imprevisto que nos ha ocurrido a todos con mayor o menor frecuencia durante un viaje. Eso de que tu cuerpo se desregula y en el momento menos indicado, mamá naturaleza te llama para hacer tus necesidades mayores.
Como esto no falta en ningún viaje, existe la costumbre española de los caganet, consistente en poner en el portal de Belén, la figurita de un señor cagando, defecando, haciendo sus necesidades mayores agazapado entre la maleza. No se muy bien cómo surgió la idea, pero no puedo evitar recordar esos momentos de cualquier viaje en los que te entra un apretón y no sabes bien donde acudir.