12 Días en Tailandia | Días 11 y 12: El mercado flotante de Damnoen Saduak

El final del viaje de 12 días por Tailandia ya se veía en el horizonte. Como punto y final, pasaríamos un último día en Bangkok y aprovecharíamos para visitar el mercado flotante de Damnoen Saduak, situado a unos 90 km de la capital.

Así que en nuestro día número 11, dijimos «hasta la vista» a Chiang Mai y mediante un vuelo con AirAsia, que ya habíamos comprado previamente desde España antes de iniciar nuestro viaje, por 1.351 bahts, llegamos a Bangkok por la tarde.

Volvimos a hospedarnos en la calle Soi Samsen, perpendicular a Samsen Road, pero en esta ocasión en el Cow Hostel, ya que nuestro recomendadísimo Jade’s House, estaba completo aquel día, pero al que nos cambiamos al día siguiente dado que las habitaciones del Cow Hostel eran más estrechas y había mucho más jaleo: a algunos de nosotros nos tocaron de esos compañeros «difíciles» de hostel que pertenecen a alguna de las categorías de los 8 tipos de fauna que puedes encontrar en un hostel.

Al día siguiente pusimos rumbo por carretera al mercado flotante de Damnoen Saduak y antes de contarte algunos consejos y mi opinión sobre el mismo, responderé a esa pregunta clave que todos nos hemos hecho:

¿Cómo llegar al mercado flotante de Damnoen Saduak desde Bangkok?

En la entrada ya publicada correspondiente al tercer día por Tailandia, sobre la visita a las ruinas de Ayutthaya, encontrarás un mapa con la localización de la estación de minibuses desde donde parten pequeñas furgonetas a distintas ciudades cercanas a Bangkok. Esta estación se encuentra al lado del Monumento de la Victoria, situado al este de la ciudad y una vez allí hay que dirigirse al Centro Comercial Century Movie Plaza, porque justo al lado se encuentra la estación desde la cual también salen minibuses en dirección a Damnoen Saduak.

Como no sabíamos el tiempo que gastaríamos por allí, dependiendo del arrebato consumista que nos entrase por el cuerpo, solo compramos el billete de ida por 90 bahts.

Tras el trayecto de 1 hora y 40 minutos, ese conductor de minibus que tiene que ser compadre de algún que otro dueño de los distintos embarcaderos que hay a lo largo y ancho del mercado flotante de Damnoen Saduak, te dejará en un embarcadero inicial, donde comienza el show del «atraco al turista». En ese primer embarcadero te pedirán 300 bahts por persona para el paseo en barca por el mercado flotante.

Como aquello nos olía a chamusquina decidimos empezar a andar por la carretera, bajo un sol de justicia y más de 40 ºC, con la esperanza de encontrar algún otro embarcadero más alejado del punto inicial de la llegada de turistas.

Voy cruzando el río…

A unos 300 metros, encontramos un nuevo embarcadero donde el amo y señor del mismo nos pidió 200 bahts por persona y como el calor nos derritió alguna neurona, dado aquel descenso de 100 bahts respecto al precio del embarcadero inicial, aceptamos erróneamente su oferta. ¿Que porqué erróneamente? Porque ante la duda de que no hubiese nada más, varios metros adelante, decidimos aceptar, si bien cuando más tarde fuimos caminando desde el embarcadero inicial hasta el mercado terrestre, durante unos 15 min al sol intenso, encontramos carteles de paseo en barca por 400 bahts la barca entera y seguramente negociable. Así que toma este consejo como si fuera el que te dio tu padre el día de antes de tu boda: antes de contratar, explora.

¿Podemos parar en el sitio del picante?

Además, nuestro paseo en barca fue muy turístico y aburrido. Tuvo algo de emoción cuando el conductor se metió en un caos brutal de barcas de turistas y de los propios vendedores flotantes. Lo mejor sin duda del paseo. Increíble como del caos, nadie se ponía nervioso y se iba encontrando el orden poquito a poco para ir pasando. Y luego la que liamos nosotros al volante ante el más mínimo atasco.

Supongo que si quieres hacer un recorrido en barca por el mercado flotante de Damnoen Saduak, es difícil escapar de ese trato de turista y permitirte simplemente disfrutar del paseo en barca, parándote en algún puesto únicamente si te interesa, ya que en nuestro caso, cada dos por tres el conductor bajo su propio criterio (o/u acuerdo con los comerciantes) se acercaba a las tiendecillas terrestres ubicadas a la orilla del canal o permitía el abordaje de alguna que otra barca-tienda para meternos por los ojos todo tipo de productos.

Tras una hora de recorrido, nos despedimos de nuestro barquero y regresamos al embarcadero inicial. Dos de los miembros del equipo regresaron a Bangkok para pasar el último día en un hotelaco a cuerpo de rey, mientras que otros dos permanecimos en Damnoen Saduak durante un par de horas más para visitar en este caso su mercado terrestre.

Al pasar la barca, me dijo el barquero…

En los laterales de los canales por lo que habíamos navegado anteriormente, el mercado se expande y tiene sus puestos físicos sobre tierra. Muchos mas puestos donde poder hacer las últimas compras de recuerdos antes de finalizar tu estancia por Tailandia si sigues un itinerario similar al nuestro.

La segunda pregunta del millón es…

¿Cómo volver a Bangkok desde el mercado flotante de Damnoen Saduak?

Desde el embarcadero inicial, los mismos minibuses que llegaban desde la capital nos habían hecho la maravillosa oferta de ¡¡¡150 bahts!!! (are you crazy??) por persona para el trayecto de vuelta. Se ve que este trayecto se revaloriza por aquello de «o lo pagas, o te quedas aquí para siempre…, empre…, empre…».

Como no nos gustó la jugada de la cabra que intentaban hacernos y tras discutir un rato como el que discute con una pared, un hombrecillo que había por allí nos comento que existía una estación a un kilometro más o menos, caminando por la carretera por la que habíamos llegado hasta Damnoen Saduak. Como ya nos habíamos acostumbrado al solano que pegaba por aquellos territorios, empezamos a andar hasta que llegamos a un supermercado de color verde (no recuerdo el nombre) al que entramos a preguntar donde carajo estaba la dichosa estación de autobuses.

Para nuestro descojone, la chica de la caja nos hizo un gesto con la mano para que esperásemos, se dirigió al ordenador y regresó con el siguiente trozo de papel impreso.

El trozo de papel que nos salvó de quedar para siempre en Damnoen Saduak

Se ve que no habíamos sido los primeros en parar allí para preguntar como llegar hasta la estación y para evitar esfuerzos de eso de practicar el inglés dijeron: mira, hacemos el papelito este y se lo damos a todo el que venga preguntando que es mucho más rápido. Supermercado y oficina de turismo todo en uno.

Finalmente tras 10-15 minutos andando desde el embarcadero inicial, encontramos la dichosa estación, cuyos precios nos pusieron mucho más contentos: 80 bahts por persona hasta Bangkok, dejándonos justa al lado de Khao San Road. Al final lo que nos ahorramos en transporte, casi lo gastamos en agua para luchar contra la deshidratación, pero mereció la pena.