En este nuevo post te contaré qué ver en Bangkok en un día, tras el primer contacto con la capital de Tailandia durante las primeras 24 horas en las que nos hicieron, como ya has podido leer en las entradas anteriores, la jugada del tuk tuk, sufrimos los calores tailandeses, empezamos a sacarnos el título de negociadores avanzados, vimos algunos templos y descubrimos la cerveza Chang.
Qué ver en Bangkok en un día
Templo Wat Arum
Tras el desayuno en el hostel pusimos rumbo hacia el templo Wat Arum o templo de Dawn (probablemente dedicado al protagonista de la famosísima serie «Bola de Dan»).
En el camino hacia el templo, siguiendo a nuestro rollo el mapa, nos encontramos a unos tailandeses que nos lanzaron migas de pan embolsadas para alimentar a las palomas, con la intención de que se las comprámesamos, lo que viene siendo una técnica de venta por acoso y derribo (porque si el pan esta duro y te da en la cabeza…).
Continuaron los tuk tuk acosadores (nunca me he sentido tan deseado como en Tailandia), topamos con un mercadillo al aire libre de libros que parecían ser la delicia de los monjes budistas y como no, volvimos a dejarnos llevar y asesorar por un amable tailandés que surgió de la nada con un paraguas rojo para «ayudarnos».
Nos recomendó hacer una visita en barca por el río, la cual seguidamente nos dejaría en la orilla de Wat Arum para que lo visitásemos, cruzándonos de nuevo posteriormente hasta la otra orilla.
Ahora que lo pienso y después de la jugada de los tuk tuk del día anterior, no se como nos volvimos a dejar llevar.
Puede ser que el intenso calor nos dejase las neuronas justas para hablar, mantenernos en pie y poco más. La cosa es que 10 minutos más tarde había un par de tuk tuk aparcados esperándonos para llevarnos hasta el embarcadero.
Mientras me subía le repetí al conductor aquello de «no shops, no stops», a lo que el asintió como diciendo: si con lo que te vamos a cobrar en un rato no nos hacen falta paradas.
El trayecto en tuk tuk fueron 20 bahts, lo cual me sorprendió que fuera tan barato, encajándome al minuto cuando tuvimos que soltar 600 chuchas tailandesas para el paseito en barco.
No recuerdo si habíamos negociado el precio inicialmente o nos lo dijeron directamente allí para que no tuviésemos escapatoria.
Aunque evidentemente nos tangaron y me jodió acabar soltando los bahts, debo de reconocer que dado el calor que hacía, el paseo fue bastante agradable. De hecho cuando terminó me quedé con ganas de pagar otros 600 bahts y quedarme allí otro rato (no, es broma).
Lamentablemente para nuestras fotos y nuestra visión, el templo Wat Arum se encontraba en obras, por lo que tuvimos que contemplarlo con una estructura interminable de andamios a su alrededor.
La entrada fueron 30 bahts, y el paseo por sus alrededores de 20 minutos si no queríamos que el señor de la barca que a la deriva me lleva, nos dejase allí, teniendo que regresar andando o nadando (que tiene las mismas letras).
Gran Palacio de Bangkok
Desde el embarcadero pusimos rumbo al Gran Palacio de Bangkok, donde en sus inmediaciones ya empezabas a sentir el poder turístico de este complejo de edificios.
Nada más entrar, lo primero que te encuentras es con mogollón de vigilancia y un señor con escasa simpatía que señala continuamente un cartel.
El motivo es porque para acceder al templo las piernas y el torso deben de estar cubiertos, no pudiendo acceder con camiseta de tirantes a la vista (lo siento chulitos de gimnasio).
Pasado el control de protocolo, toca llegar a las taquillas y adquirir la entrada por 500 bahts, lo que certifica que el Gran Palacio de Bangkok es una verdadera máquina de hacer dinero.
Una vez en el interior del recinto te sorprenderá el color dorado de los edificios, la ornamentación de cada uno de ellos, las figuras de sus paredes y las que te esperan en cada esquina.
Me gustó bastante, lo reconozco, incluso pese a la cantidad de personas, el calor, el tener que llevar pantalón largo y que no habíamos comido nada desde el desayuno, disfruté bastante del paseo y no resultó tan agobiante como esperaba.
Templo Wat Pho
Finalizado el paseo por el Gran Palacio de Bangkok y con más hambre que una espuerta de gaticos recién nacidos, en lugar de irnos a comer pad thai en cantidades industriales, decidimos apurar un poco más e ir al templo Wat Pho para ver el buda reclinado de Bangkok.
Como nuestras energías estaban bajo mínimos, tampoco queríamos desperdiciarlas caminando los 500 m que separan el Gran Palacio de Wat Pho, así que hablamos con un tuk tuk y tiramos de nuestro curso avanzado de negociación, consiguiendo que nos llevase a los cinco por 40 bahts.
Durante ese trayecto de 500 m, nuestra vida pasó por delante. Comprimidos cual archivo winzip, luchábamos por mantenernos dentro del tuk tuk, viendo que en cualquier momento alguno de nosotros iba a salir disparado.
En ese momento una pregunta nos surgió: ¿cuanto guiri monguer como nosotros ha muerto durante un viaje en tuk tuk?, ¿hay estadísticas de ello? Las he buscado, pero no he encontrado nada.
La cosa es que llegamos sanos y salvos a Wat Pho y tras el pago de sus correspondientes 100 bahts para entrar, pudimos ver el buda tumbado, reclinado o echándose la siesta, a cuyas instancias hay que acceder descalzado.
Nos hicimos miles de selfies, lo fotografiamos desde diversas perspectivas tratando de que saliera entero y nos quedamos sin ver sus pies, pues los estaban restaurando.
A través de la lona que los cubría, pudimos ver unas interesantes representaciones que hacen referencia a 108 signos de buen augurio, pero como no los pudimos ver enteros, pues lo mismo tenemos mala suerte de por vida 🙁
Tras rodear al buda y regresar al exterior, mis compañeros se quedaron un poco rezagados mirando las urnas para depositar monedas que hay en la parte trasera del buda (espero que no se llevaran ninguna que si no, no nos libramos del mal augurio) y mientras ellos se volvían a colocar las zapatillas, yo empecé a calzarme en unas escaleras de acceso al templo.
En ese momento, un grupo de señoras tailandesas, donde la más joven rozaría los 50 años, se acercaron y me pidieron una foto. Debieron de ver alguno de mis monólogos por Youtube y reconocerme…
Una de ellas, la más mayor del grupo, no paraba de tocarme y de mirarme como si estuviera delante del mismo buda. O la señora había consumido algún tipo de sustancia extraña o quería tema.
Tras mi momento de sentirme Mario Casas y contárselo a mis compañeros, nos dimos una vuelta por el resto de las instancias del recinto, las cuales no tienen desperdicio alguno.
Además pudimos coger un botellín de agua que va incluido en el precio de la entrada.
Mercado Pratunam
Y como al final ese día parece que intrínsecamente habíamos decidido no comer, aguantamos un poco más y con un nuevo tuk tuk, el cual nos cobró 280 bahts, montándonos a los cinco de nuevo (le cogimos gustillo a aquello de las emociones fuertes), nos plantamos en el mercado Pratunam.
Se trata de un mercado al aire libre con multitud de tiendas y donde comprar todo lo que imagines a precios baratos en Bangkok.
Está situado a los pies del hotel Baiyoke, una monstruosidad de hotel, que te hace sentir como una hormiguilla al mirarlo desde abajo. No se lo que pensarán los que miran desde arriba…
¿A que te están entrando ganas de visitar la ciudad? ¡Pues busca alojamiento y vete a visitarla!
Lo primero que hicimos fue ir a comer. Serían como las 18:00 por lo que ya se trataba de una especie de comida-merienda-cena.
Andorreamos por el mercado y en una de sus callejuelas encontramos un restaurante hindú en el que decidimos comer. El precio por persona fue de unos 173 bahts y salimos encantados (normal con el hambre que llevábamos).
Tras rellenar el estómago nos dimos una vuelta por el mercado, compramos unas camisetas coloridas de cara a la Full Moon Party y nos volvimos al hostel de nuevo en tuk tuk por 200 bahts.
La paliza del día fue curiosa, por lo que tras tomarnos un batido en la cafetería del hostel, nos fuimos a la cama, ya que al día siguiente nos esperaba Ayutthaya y un acontecimiento poco agradable, aunque no consiguió fastidiarme el viaje… ¿qué será, será?
Lo descubrirás en las próxima entrada sobre nuestra visita a Ayutthaya, mientras tanto, deja un comentario a continuación y enriquece la entrada con tu aportación 🙂
Puedes seguir la serie completa de 12 días en Tailandia y consejos previos para preparar tu viaje, haciendo click aquí.
Costo del segundo día en Tailandia:
- Desayuno………………………………………. 150 bahts
- Tuk tuk hasta embarcadero………………. 20 bahts
- Paseo en barco……………………………….. 600 bahts
- Entrada Wat Arum…………………………… 30 bahts
- Entrada Gran Palacio de Bangkok……. 500 bahts
- Tuk tuk hasta Wat Pho………………………… 8 bahts
- Entrada Wat Pho…………………………….. 100 bahts
- Tuk tuk hasta mercado Pratunam……….. 56 bahts
- Comida……………………………………………. 173 bahts
- Camisetas……………………………………….. 250 bahts
- Tuk tuk hasta hostel…………………………… 40 bahts
- Noche en hostel Jade’s House……………. 250 bahts
- Batido nocturno…………………………………. 60 bahts
TOTAL segundo día en Tailandia… 2.237 bahts (58 €)