Dos de nuestros compañeros habían decidido poner rumbo a Ko Tao desde Ko PhaNgan un día de antes. El nido de insectos en el que estábamos durmiendo, unido a la aracnofóbia de una de nuestras compañeras, le hizo decidir tras la Full Moon Party, que mejor abandonar aquel lugar y llegar a la isla vecina cuanto antes.
En un principio, los tres restantes habíamos estudiado la posibilidad de coger un ferry que nos llevase a Ko Tao, estar en la isla durante todo un día y regresar a Ko PhaNgan para aprovechar la cuarta noche que teníamos reservada. Pero haciendo cuentas esto nos suponía un incremento considerable en el gasto y merecía más la pena irnos directamente a Ko Tao, renunciando a la última noche.
A las 8:00 de la mañana de nuestro séptimo día en Tailandia, cogimos un ferry por 450 bahts que nos dejó en la isla de Ko Tao una hora después.
Tras reencontrarnos con nuestros compañeros, andamos unos pasos hasta el 7Eleven que se encuentra cerca del puerto de Ko Tao, donde al lado de una moto nos estaba esperando un tipo un tanto singular. No tenía rasgos tailandeses, por lo que nos fue muy fácil dar con él.
Días antes de iniciar nuestro viaje de 12 días por Tailandia, habíamos contactado vía Facebook con la escuela de buceo IHASIA, formada por un grupo de españoles y regentada por un madrileño conocido como «El Brujo». Y ahí estaba esperándonos. Haciendo de anfitrión de Ko Tao, como el que muestra orgulloso su tierra a un visitante que se dispone a conocerla. Y es que el Brujo dejó hace ya muchos años su barrio madrileño de San Blas, para hacerse oficialmente un ciudadano del mundo, residiendo desde hace 8 años en Ko Tao donde lo conoce todo el mundo y donde lo vi con pocas ganas de querer moverse a otro lugar.
La ubicación de la escuela es Chalok Baan Kao, una bahía al sur de la isla, en el extremo contrario al puerto donde bajamos del ferry. Llegamos hasta allí gracias a una camioneta de estas con la parte de atrás descapotable que pertenecía a la escuela y que nos estaba esperando.
Aprovechamos que también ofrecen servicio de bungalows para quedarnos a dormir en la misma ubicación y tras dejar las cosas en la habitación, nos dirigimos a las instalaciones de la propia escuela de buceo para iniciar nuestro bautismo de buceo. Eso sí, antes nos pasamos por una especie de cafetería al aire libre, en el mismo local de la escuela, regentada por tailandeses (los socios del Brujo) donde pedimos unos bocadillos de tortilla de patatas por recomendación del Brujo, que nos aseguró que estaban bastante buenos. Y efectivamente. Aquellos tailandeses habían sabido captar la esencia española de este plato tan típico de nuestra gastronomía. Allí conocimos a dos chicas andorranas, que también habían acudido en busca de esa famosa tortilla de patatas, con las que más tarde nos volveríamos a encontrar el último día en Bangkok. Con las chicas de Andorra, no son las patatas.
El precio del bautismo de buceo en la escuela IHASIA en junio de 2015 era de 1.900 bahts, incluyendo clase teórica, equipo, transporte en barco e inmersión. Desde el inicio de la clase teórica hasta que regresamos a la bahía, fueron unas tres horas y media. Estuvimos todo el rato acompañados y asesorados por nuestros magníficos monitores RA y Juanma, unos apasionados del buceo que encontraron en Ko Tao un paraíso en el que permanecer por tiempo indefinido.
Tengo que destacar por encima de todo en esta entrada, el trato que todos los miembros de la escuela de buceo IHASIA nos dieron durante nuestra estancia en Ko Tao. Fue espectacular y nos sentimos como en casa.
La escuela de buceo IHASIA, al Brujo y a su equipo de monitores, los conocimos gracias al creador del grupo de Facebook «Mochileros en Tailandia« con el que habíamos intercambiado unos cuantos mensajes por esta red social, para encontrarnos en la isla durante nuestra estancia.
Resultó ser tocayo mío, por lo que ya solo por eso empezó a caerme bien, pero si le sumamos la cantidad de historias que ha vivido y lo que disfruta con su modo de vida, se convierte en una de esas personas a las que empiezas a envidiar sanamente deseando parecerte, de alguna u otra manera, a ella.
Llevaba viviendo 9 meses en la isla, pero decía que estaba pensando en cambiar a otro destino, si bien comentó algo que creo que describe a la perfección la magia de Ko Tao: para alguien como yo que vivir 3 meses en el mismo sitio es agobiante, vivir 9 meses en Ko Tao quiere decir que algo tiene esta isla que atrapa.
Rafa es informático y ciclista. Él solo viaja en bicicleta. La Gitana, su última bici, le acompaña a donde quiera que vaya. Se ha pateado pedaleado medio mundo estando incluso en el Festival Etnosur de Alcala la Real, por lo que nos acordamos de él en la pasada edición 2015 dedicándole la siguiente foto:
Rafa es un tipo de anécdotas sin fin. Pudimos estar perfectamente más de 4 horas hablando sin parar, compartiendo unas Changs en un chiringuito en primera línea del mar y diciéndome una frase que me marcó: – Bueno qué Rafa, ¿te gusta mi oficina? – Verme rodeado de ese paisaje, con un atardecer rojizo, me hizo sentir la mayor envidia, a la par que admiración que había sentido nunca. No pude evitar pensar: – Este tipo puede trabajar donde le de la gana y yo lo más verde que veo en mi oficina es la bolsa donde me ponen el bocadillo -.
Entre las anécdotas que Rafa me estuvo contado sobre su estancia en Ko Tao, una que me hizo especial gracia fue la de que en la isla los perros están tas acostumbrados a los turistas, que se acercan a tu moto y se suben a ella para que los lleves a algún lugar de la isla.
Ko Tao es como la isla de Perdidos: una vez que llegas, es muy difícil escapar. O te quedas, o tu mente se queda allí con ganas de retornar en alguna ocasión.
El séptimo día del viaje de 12 días en Tailandia pasó volando. Casi sin darnos cuenta llegó la noche y tras la cena nos fuimos a la cama, pues al día siguiente madrugábamos para poner rumbo a Chiang Mai.
Si hoy volviésemos a organizar un viaje a Tailandia, de seguro que varios de esos días estarían dedicados exclusivamente a disfrutar de Ko Tao. Tan solo un día de estancia en esta isla fue como probar un caramelo y que nos lo arrebaten de la boca antes de haberlo terminado. Si es que cuando me pongo filosófico…
Costo del séptimo día en Tailandia:
- Ferry Ko Pha Ngan – Ko Tao ……………………………………………………………………… 450 bahts
- Bautizo de buceo …………………………………………………………………………………… 1.900 bahts
- Comida y cena …………………………………………………………………………………………. 490 bahts
- Changs de media tarde …………………………………………………………………………….. 200 bahts
TOTAL séptimo día en Tailandia……………………………………………… 3.040 bahts (77 €)
No me habré tomado Leos en el columpio de la ultima foto … 😛
Que bueno que conocieras a Rafa, yo no pude coincidir con él! Por cierto IHASIA se escribe así (no IAHSIA ).
Un abrazo y felices viajes compañero!
Muchas gracias Javi!
Ya está corregido el nombre de la escuela. De estos lapsus que tiene uno….jajaja.
Tu eres mas de Leos? Tío la que mola es la Chang. Tiene un nombre con mucho más gancho.
Nos vemos pronto!