8 tipos de fauna que podrás encontrar en un hostel

Cuando viajas, no solo te encontrarás con cosas interesantes en el exterior. Tu alojamiento y especialmente si se trata de un hostel, puede ser un gran lugar donde contemplar grandes especímenes de la naturaleza que suelen deambular por estos lugares. Me vas a permitir que me vista del gran Félix Rodriguez de la Fuente viajero y te descubra estos 8 tipos de fauna viajera que podrás encontrar en un hostel:

• El oso: no se trata de ese compañero de habitación peludo que dan ganas de abrazar porque Mimosin y los osos amorosos calaron muy dentro de ti. El oso es un especímen de compañero de habitación caracterizado porque ronca como un oso gris resfriado. La única solución para enfrentarse a uno de ellos es utilizar el sonido de la serpiente cascabel o el de la perdíz (también conocido como el del espantador de ovejas). Se podrá reconocer que has dormido con un oso gris por tus ojos rojos a la mañana siguiente y tus continuas miradas de odio cada vez que te lo encuentres.
• El perezoso: si hay un ejemplar de la fauna de los hostels que no se ve afectado por los osos, ese es el perezoso. Entres a la hora que entres en la habitación, el perezoso se caracteriza porque siempre te lo encuentras durmiendo. No le afecta el sonido de los osos porque comparten la misma pasión: dormir. Es tranquilo y poco ruidoso, pero un mal compañero para proponerle planes más ajetreados.

• El gato egipcio: ¿sabes de esos gaticos que no tienen ni un pelo y que son todo pellejo? Pues algo similar puedes encontrar en los hostels, cuando te toca como compañero a ese que lo de vestirse no va con él. Le gusta andorrear semidesnudo, como si por su casa se encontrase, mostrando su encantos cual Cristiano Ronaldo celebrando un gol decisivo.
  Además ante determinadas circunstancias como podrían ser el verse rodeado de féminas, el gato egipcio genera comportamientos propios del pavo real queriendo mostrar sus armas de seducción, lo que le permite digievolucionar en «gavo egipcio real».
  En el género femenino el gato egipcio es como el lince ibérico: muy difícil de ver.

• El mofeta: hay ciertos ejemplares de fauna residiendo en los hostels, que padecen una extraña fobia al agua y al jabón. Digamos que debes aprender a convivir con cierto olor, como si fuese un huesped más. Eso si, los mofetas son aquellos compañeros de habitación que te ayudan a liberarte de tus gases mejor que Aerored, ya que los olores que puedas desprender tras una fabada, se camuflan perfectamente en el ambiente.
  Si la habitación se compone de un oso y un mofeta, estaría bien que en la recepción de los hostels vendiesen kits de «tapones para los oídos + pinzas para la nariz».

• El yorkshire: ¿te refieres a esos compañeros de habitación que llevan una coletilla en la parte superior de la cabeza? No, eso son hipsters o chonis. El yorkshire es este compañero de habitación que es más nervioso que tú después de beberte 8 red bulls. Ese que se mueve más que un hueso de aceituna en la boca de un viejo, el que no para de subir y bajar de la litera, de salir al pasillo y regresar a los 5 segundos a por algo para volver a salir una vez más.
  Si se deja una bolsa con polvo blanco encima de la cama puede que no sea azúcar glass, pero si una buena excusa para justificar su nerviosismo y/o para que llames a la policía.
• El loro: si viajas solo y tienes ganas de hacer amigos, lo mejor es que te toque un loro como compañero de habitación. Le gusta hablar aunque no le entiendan, siendo capaz de desarrollar mecanismos comunicativos dignos de alabanza.
  Se corre el riesgo de que te ponga la cabeza como un bombo y acabes queriendo ahogarlo bajo el sobaco del mofeta.

• La mosca cojonera: se le puede considerar la evolución diabólica del yorkshire. Al nerviosismo patológico se le suma una maldad con pena de cárcel. Le gusta tocar las narices y no muestra el más mínimo respeto por sus compañeros de habitación. Es un amante del ruido porque sufre terror al silencio, enciende y apaga las luces porque le gusta que la gente se despierte y le haga compañía con sus miradas asesinas y si le pillas en territorio con cobertura móvil, no dudará en llamar a quién sea para comentarle a plena voz como le esta jodiendo la noche a alguien.
  Es el enemigo natural del perezoso.
• El tiburón blanco: hay compañeros de habitación que están y no están. Aparecen cuando menos te lo esperas. Son impredecibles. Puedes encontrarlos en estado tranquilo, que aparezcan y desaparezcan de su cama sin que apenas te des cuenta de su presencia o que no los veas en ningún momento y una noche aparezcan a las cuatro de la mañana encendiendo luces, gritando como posesos y desapareciendo a los pocos segundos para no volver jamás.
  Son con los que no terminas de sentirte tranquilo, los que no sabes como reaccionarán. Si te encuentras con uno de estos en estado de descontrol, si no te mueves no te verá.

¿Crees que falta algún especimen de fauna de hostel en esta clasificación? Si es así, deja tu aportación en los comentarios 😉 

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